Me diagnosticaron queratocono a los 14 años. Sí, justo cuando lo único que yo quería era ver nítidas las piernas de las chicas en el colegio y los goles de Stalin Rivas y Hristo Stoichkov en la tele. Mala suerte. Mi córnea decidió ponerse en punta, como uno de esos cucuruchos de helado barato, y…
Mi historia comienza, como la de todos, con un hecho que se me hace imposible recordar: mi nacimiento. Era muy pequeño, frágil y vulnerable como para que ese momento haya sido capturado en mi hipocampo, que tal vez para aquel entonces era del tamaño de una hormiga ladrona, de esas amarillas.
La verdad es que…
