Estoy vivo desde el siglo XIX. Me llamaba José de Jesús y nací en 1835. Me casé con Francisca, mujer de trenzas gruesas y manos de maíz. Tuvimos a Juana, nuestra hija de mirada fija, y también a Rosa María, José y Epifanio. Vivíamos en Guacabra, un minúsculo pueblo del estado Lara, en Venezuela, muy…
Mi hijo tiene seis años, pronto cumplirá siete, y ya manda correos electrónicos. Sí, correos electrónicos: esa cosa que los adultos usamos para trabajar, recibir facturas, discutir con el ente recaudador y confirmar vuelos que nunca salen tan baratos como aparecían en esa promoción que previamente había aterrizado en la carpeta de mensajes no deseados.…
Cuando me diagnosticaron rectificación cervical, no fue una sorpresa. Mi cuerpo ya llevaba meses avisándome con crujidos sospechosos y dolores que no venían de ninguna borrachera. Pero igual jodía. Me sentí viejo. Roto. Oxidado. Así que, desesperado y en busca de ayuda profesional, pregunté en un grupo de WhatsApp si alguien conocía un buen fisio…
Cuando mi hijo soltó el tenedor sobre el plato, su seria mirada contrastaba con los espaguetis que aún colgaban de su boca. Lo observé un segundo, mientras intentaba captar el significado detrás de las palabras que estaban por salir de su ser. Algo estaba dando vueltas en su cabeza, pensé. ¿Quería cuestionar su pasta favorita?…
No creo en el amor a primera vista, o al menos no lo creía hasta hoy, un fatídico lunes de diciembre en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. Estaba a punto de ponerle fin a un viaje de trabajo predecible y aburrido, otro más de esos trayectos en los cuales la vida parece haberse convertido…
Llevo tres meses sin entender por qué los maestros decidieron conspirar contra nosotros los padres. Estoy convencido de que en algún punto de la historia, las tareas dejaron de ser para los niños. Quizás fue una maestra de primero de primaria, agotada, en la antigua Grecia, por allá en el siglo quinto, quien en una…
Mi hijo acaba de cumplir seis años. Seis. Si lo pienso bien, para él debe ser como un siglo, porque, en su pequeña cabeza, el tiempo no se mide como para nosotros, los adultos. Para mí, seis años es solo un parpadeo, pero para él, es, tal vez, un universo de experiencias que apenas empieza…
Estaba por expirar el domingo, eran las 11:11 de la noche y el día ya no daba para más. Había agotado toda la energía y mi cerebro estaba a punto de apagarse. Me disponía a dormir, tal y como lo hacían desde hace rato el resto de los habitantes de este piso; me refiero a…
