Dicen que soy un sugar daddy. Y lo curioso es que lo dicen con una mezcla de burla y admiración, como si me hubiesen ascendido, como si ahora tuviese una jerarquía que no pedí. Yo no me siento un sugar daddy. Me siento un hombre de cuarenta y dos que a veces se ríe de…
Valentina y Gabriel acaban de llegar y están sentados al fondo. La mesa es pequeña, casi asfixiante para dos personas que llevan semanas esquivando conversaciones incómodas. Gabriel tamborilea los dedos sobre el mantel, como si el ritmo pudiera organizar sus ideas y darle el valor que necesita para decir lo que ha venido a decir.…
Hubo una época en la que los miércoles por la noche eran sagrados. A las ocho en punto, los cinco nos reuníamos en el mismo bar de siempre. Estaba muy cerca de Lavapiés, en el centro de Madrid. No era un sitio espectacular, pero servían una muy buena cerveza y, más importante aún, tenía ese…
Era un día como cualquier otro en la oficina. La monotonía de los teclados resonaba en el aire y el reloj avanzaba perezosamente. Entre las llamadas de clientes, el correteo de documentos y los eternos correos electrónicos, mi compañera Alexandra, nuestra secretaria, mantenía su característico buen humor. Con su voz siempre dulce y alegre, contestaba…
