Valentina y Gabriel acaban de llegar y están sentados al fondo. La mesa es pequeña, casi asfixiante para dos personas que llevan semanas esquivando conversaciones incómodas. Gabriel tamborilea los dedos…
Era un día como cualquier otro en la oficina. La monotonía de los teclados resonaba en el aire y el reloj avanzaba perezosamente. Entre las llamadas de clientes, el correteo…